“No disfruto de la vida” ¿Cómo recobrar nuestra vida?
octubre 16, 2023
0

“Somos como hemos aprendido a ser, no como somos”. Píndaro

Al igual que una comida sosa no sabe a nada, una vida sin sabor pierde el deleite.

Pocas cosas pueden apagarnos y entristecernos tanto como el sentir que nuestra propia vida se torna gris, sin gracia, sin norte, sin un sentido, sin un para qué.

La idea de este posti es reflexionar y preguntarnos qué cosas podemos hacer, pensar y sentir para ir de a poco recobrando nuestra vida, cuando esta parece pintarse de negro.

Me gustaría empezar recordando que somos seres sintientes, y como tales, es importante conectar tanto con el placer como con el dolor. Ambos están entrelazados y no podemos pensar el uno sin el otro.

Por lo tanto, en nuestra vida inevitablemente se van a presentar momentos agradables, de entrañable serenidad junto a otros dolorosos y muy espinosos.

Por muchas herramientas que tengamos en nuestra caja de recursos personales, esto no nos inmuniza frente a las adversidades. En este punto no caigamos en engaños. ¿Por qué? porque aunque esto parezca  una obviedad puede que muchas veces se nos olvide, y en vez de sentir la desazón del malestar, del vacío interior, miremos hacia afuera, dando lugar a las comparaciones, no solo con otras vidas, sino muchas veces con esa vida idealizada que nos gustaría tener, y que justamente por estar idealizada es inalcanzable.

Aprender a sentir la vida a través de los sentidos

Decía al principio que somos seres sintientes, y que es importante sentir lo que sea que la vida nos invite a sentir en cada momento. Nadie que sea humano puede vivenciar solo sensaciones agradables. A menos que sea alguien que haya bajado de Marte o vaya uno a saber de qué otro planeta o galaxia.

La vida es eso que en cada momento y según las circunstancias por las que estamos atravesando, y de acuerdo, a la interpretación que cada uno de nosotros haga de las mismas, se va a sentir de una manera u otra. Todos sabemos que una misma situación va a repercutir de distinta manera en cada persona.

Nuestras sensaciones corporales, así como nuestras emociones van a variar de acuerdo a estímulos exteriores, como por ejemplo una llamada telefónica, un mensaje, un correo, una noticia, así también como a estímulos interiores como por ejemplo un pensamiento, “Ahora debería estar haciendo tal cosa”, “Nadie con una vida interesante pierde el tiempo en esto o aquello”, “Si me suspenden no se que voy a hacer”.

“El cuerpo es un instrumento en constante melodía; si deja de sonar, se acaba el concierto.” Nazareth Castellanos, Neurociencia del cuerpo.Dejar de vivir en piloto automático

Otro ejemplo de estímulo interior podría ser una dolencia en nuestro cuerpo, sentir la respiración más agitada, sentirnos cansados, con sed, con hambre. ¿Por qué es tan importante conectar con lo que estamos sintiendo? En principio, porque eso que nos está pasando, es lo que estamos viviendo en ese momento. Si estoy distraído de mis emociones, si no le doy espacio o reniego de las mismas, me convierto en un extraño de mi mismo.

Paso a ser un extranjero en mi propia vida.

En segundo lugar, es importante conectar con lo que sentimos para no transitar la vida adormecidos, como si estaríamos anestesiados, y además para considerar la manera de satisfacer la necesidad que pudiéramos tener. Si por ejemplo, me siento aburrido, puedo llenar ese aburrimiento con series, películas, comida, con el móvil, o lo que sea que me saque de ese estado, o puedo conectar con ese vacío, con la angustia que a lo mejor aparece, y dejarme ser en ese estado, solo así puede surgir y nacer algo nuevo, como por ejemplo una idea, o algo que nunca antes haya hecho.

Si bien la sed se satisface con agua, el aburrimiento como estado emocional se satisface dándole un espacio, dejando que se despliegue, y observando qué me pasa a mí en ese estado. ¿Interesante, verdad? Si al aburrimiento lo lleno de actividades, lo estoy obturando.

En una taza llena no puedo verter nada nuevo. En una vida saturada de cosas, actividades, deberes y obligaciones, no queda lugar para que entre lo nuevo.

La otra cara de la moneda es esa vida vacía de actividades, plagada y regada de angustia, en la que tampoco hay lugar para lo nuevo. ¿Cómo salir de esa espiral tormentosa? Conectando con los sentidos. Somos seres sintientes decía al principio.

De los siete sentidos que tenemos la ciencia nos dice que el cerebro le presta más atención a la interocepción que es la habilidad para sentir el estado interno de nuestro cuerpo, como por ejemplo, nuestros latidos cardíacos, la respiración, la sed, el hambre, etc. y a la propiocepción que es la consciencia del propio cuerpo, sentido que nos permite percibir la ubicación, el movimiento y la acción de las partes del cuerpo.

Estos sentidos influyen en nuestro bienestar tanto físico como emocional. Somos una unidad. Somos un todo.

¿Cómo  podemos desarrollar el sentido de la interocepción y la propiocepción?.

Te dejo un par de ejercicios:

_A lo largo del día observar como repercute en nosotros nuestro entorno, por ejemplo, si recibí un mensaje, un correo, una llamada, o si me crucé con alguien a quien hace mucho no veía, prestar atención a como me sentí, si a partir del mismo experiencié más bienestar, si por el contrario, me empecé a preocupar, o a sentirme triste.  Y así con las diferentes cosas que nos vayan sucediendo durante el día.

_Caminata silenciosa, regálate un momento para andar en una zona sin escaparates ni tiendas, para que no te roben la atención, y observa lo que te rodea, si hay plantas, si hay flores, si hay árboles, intenta mirar al cielo, ver si hay pájaros, si los escuchas cantar, observa tu respiración, tus pasos, la presión de tus pisadas. Puedes fotografiar algo que te sorprenda como una flor, o un fruto, y regresar con eso. Traerte algo.

_Llevar una especie de diario, en donde cada noche te concedas un tiempo para apuntar las cosas que hiciste en el día, y te resultaron agradables, como por ejemplo, aquel café que te has tomado y disfrutaste, esa ducha calentita, el abrazo que diste, las caricias con tu perro. ¿Por qué es importante registrar esos momentos? porque son el verdadero tiempo vivido.

_Acostarnos con una sonrisa, aunque nos encontremos abatidos o desganados, nos ayudará a dormir mejor y a despertarnos de mejor ánimo.

Somos seres vivientes. Recobrar nuestra vida es recobrar nuestra sensibilidad.

Hasta el próximo posti y recuerda que “Al igual que aprendemos un idioma, también podemos aprender a ser más felices”. Nazareth Castellanos, neurocientífica.

Puedes visitar mi canal de YouTube.

Podcast Psicología Betina A. Speroni.