Hijos de psicópatas
octubre 23, 2022
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Crecer en una cultura psicopática

En este posti reflexionamos sobre los hijos de psicópatas cotidianos. Todo lo aquí expuesto se basa en el trabajo clínico y de investigación del Dr. Hugo Marietán, médico psiquiatra, especialista en psicopatía, con quien he realizado dos diplomaturas sobre esta temática.

En primer lugar, vamos a definir en qué consiste ser una madre o un padre comunes que aman a sus hijos, qué se entiende por parentalidad. Es decir, ¿Qué es ser padre o madre?

Podemos describir la función de un padre o de una madre común que quieren a sus hijos, como la de cuidar, proteger, priorizar, velar por el buen desarrollo físico y emocional de los mismos

Como podemos observar la parentalidad es una función que va más allá de lo meramente biológico. Es decir, el hecho de procrear a un hijo no convierte a nadie en padre o madre. La parentalidad es el acto de darle amor, de alimentarlo, de bañarlo, de protegerlo frente a las vicisitudes de la vida, de ayudarlo en su desarrollo integral, y favorecer de esa manera, el devenir de su independencia y autonomía.

Crecer en una cultura psicopática

Nada de esto hace el psicópata. Por consiguiente, el psicópata no es padre, ya que no prodiga los cuidados y el afecto necesarios para el buen desarrollo de su hijo. Como no puede llevar a cabo la función de padre, lo llamamos genitor, y genitora en el caso de la madre psicópata.

El traje de padre le queda grande.

¿Qué pasa con el psicópata cotidiano y sus hijos? ¿Cómo se relaciona con los mismos?

Como ya mencionamos en otros postis el psicópata es un ser con necesidades especiales, y para satisfacer esas necesidades diferentes y que no están consensuadas socialmente, va a recurrir a un accionar también diferente. Y para llevar a cabo ese accionar, que le va a permitir satisfacer sus necesidades especiales, se va a apoyar en su propio código interior, en su ley interior.

Esto incluye el uso de la persuasión, de la manipulación, de la mentira psicopática, del sembrar miedo, para de ese modo poder controlar al otro, recordemos que es un ser de poder.

Los hijos de psicópatas son víctimas

El psicópata siempre trabaja para si mismo, nunca da nada genuina o desinteresadamente,  es un ser siempre igual a si mismo e inmodificable.

No cambia con el tiempo. Se siente superior a los demás. Solo establece con las demás personas (a quienes percibe como cosas) relaciones utilitarias. Cosifica a las personas, es decir, les quita el estrato de personas, de sujeto, con necesidades propias, y las baja a la categoría de cosas, con las cuales puede hacer lo que le venga en gana. Las características de esta personalidad están explicadas en otro posti.

Volviendo a nuestra pregunta, ¿Qué pasa con los hijos? ¿Cómo se relaciona el psicópata con los mismos?

La psicopatía es una forma de ser, es una manera de ser en el mundo. Y así como el psicópata establece relacionas utilitarias y se caracteriza por cosificar a las demás personas (cosas), lo mismo hace con los hijos, a quienes también cosifica, y con quienes tampoco se vincula emocionalmente. No olvidemos que el psicópata carece del mundo emocional que nos habita a todos. Por lo tanto, no establece vínculos de afectividad.

Secuelas de ser hijo de psicópata

El psicópata no es un ser de angustia. No siente miedo, ni ansiedad, como tampoco remordimiento, ni culpa cuando daña a otros. El psicópata conoce tres emociones, el entusiasmo, la ira y la frustración. La frustración cuando algo no sale como quiere, cuando algo o alguien se interpone en su camino hacia la consecución de un logro, se frustra, y ese es su talón de Aquiles.

En el interior del psicópata hay un vacío, un hueco, pero no es el vacío existencial del neurótico.

Con respecto a sus hijos, el psicópata los considera como cosas de su propiedad, como bienes que le pertenecen, y sobre los que puede accionar como mejor le venga en gana.

Las características de un padre común hacia sus hijos, que mencionábamos más arriba, como el cuidado, la protección, el amor, el velar por el buen desarrollo del menor, están ausentes en estos seres atípicos privados de emociones y de empatía.

Lo expuesto anteriormente no quita que se puedan mostrar y hacerse ver como padres cariñosos. Recordemos que son excelentes actores, que mienten con el cuerpo, y que a medida que pasan los años van aprendiendo a imitar cada vez mejor las emociones que observan en las personas de su alrededor.

Tener un padre psicópata

Suelen comprar la atención de sus hijos, es decir, los colman de cosas materiales, les pagan los mejores colegios, actividades extraescolares, zapatillas, y todo ese tipo de cosas, para “ganárselos”, pero falta la entrega desinteresada y genuina de un padre.

Si además tenemos en cuenta que la pareja del psicópata, (a quien vamos a llamar complementaria, recordemos que una persona común no puede formar pareja con estos seres, porque no cualquier persona puede soportar la gran tensión que generan.

Vivir con alguien así es estar expuesto a un clima de tensión y estrés constantes), está devaluada ante los ojos de los hijos, y considerada por los mismos como una hermana más, más que como una figura de autoridad, debido a la denigración, la descalificación y humillación que el psicópata ejerce sobre ella.

Es importante mencionar que esta denigración no es llevada a cabo por el psicópata de una manera brutal, o violenta, la mayoría de las veces, es muy sutil, a través de comentarios como por ejemplo, “no sabes hacer esto o aquello”, “la comida te ha quedado sosa”, “¿adónde vas a ir a tu edad  y sin recursos?”, “¿quién te va a querer”?.

Mi madre es una psicópata

Por otro lado, recordemos que la complementaria solo tiene ojos para su psicópata, por lo tanto, al estar siempre pendiente de cómo puede llegar, de cómo va a comportarse, de cómo va a reaccionar, deposita gran parte de su energía, de su atención en él, y poca le queda para sus hijos, con quienes, muchas veces, es negligente en su rol de madre. La complementaria trabaja para no ver.

Los hijos, a diferencia de la complementaria que elige estar con su psicópata, no tienen otra opción. Son víctimas. Los hijos no eligieron nacer y crecer dentro de una cultura psicopática, bajo el control de un sol negro.

¿Qué secuelas suelen tener los hijos de psicópatas?

Suelen tener algunos déficits en lo que hace a la afectividad, recordemos que el psicópata no hace uso de la ternura, y de la amplia gama de emociones, del extenso espectro de tonalidades afectivas solo usa tres colores.

Por lo tanto, los hijos suelen tener dificultades a la hora de calibrar algunas emociones, pueden no llegar a comprender un gesto de ternura, un abrazo genuino, debido a que el psicópata es un ser frío, calculador, distante, que si se muestra “afectivo” es porque está invirtiendo a futuro, es porque le conviene y le sirve para algo, no lo hace movido por sus sentimientos.Hablemos de psicopatía

Si además tenemos presente el hecho de que los hijos de psicópatas, están habituados al control constante, a la descalificación, a no ser considerados como personas por parte del sol negro, y a contar con la presencia de una madre que tiene gran parte de su atención en su psicópata, podemos observar que algunos de estos hijos pueden enfermar, como vemos dentro de la cultura psicopática no pueden desarrollar su potencial, el psicópata impide el desarrollo normal del menor, y esto puede ocasionar serios problemas psicopatológicos.

Otra salida puede ser la de pasar la mayor parte del tiempo posible en otro lado, en casa de una abuela, o tía por ejemplo, donde son tenidos en cuenta, tratados como personas, y en un clima de tranquilidad.

Cuando los hijos son mayorcitos, algunos deciden ir a estudiar lejos a otra ciudad, o país, o se ponen de novios, y se van de la casa donde habita el psicópata.

Lamentablemente, tenemos los que se quedan y se someten, como esclavitos psíquicos a la voluntad del psicópata.

Cuando en una familia donde hay varios niños y varios de ellos presentan distintas enfermedades, hay que sospechar la presencia de un psicópata.Soy hijo de psicópata

Es importante señalar que algunos hijos copian las conductas del psicópata. Estas conductas no son heredadas.

En aquellos divorcios en los que el psicópata no quiere soltar a la complementaria, una vez que  esta tomó la fuerza necesaria para dejarlo, los hijos pueden decidir irse con el psicópata.

¿Por qué? porque aprendieron a ver al psicópata como a una figura de poder, a quien tiene el control, quien los colma de cosas materiales, recordemos que perciben a la madre como a una figura desvalida. En muchos casos llegan a repudiarla y a no querer saber más nada con la misma, como consecuencia del rechazo que tienen incorporado en su mente, gracias al trabajo minucioso que el psicópata hizo sobre ellos.

Si bien a fines prácticos me refiero al psicópata (en masculino), de más está decir, que todo lo planteado aquí se aplica de igual manera a la psicópata mujer.

Hasta el próximo posti, y si sospechas que puedes ser un hijo de psicópata no dudes en consultar con un profesional que sepa del tema, que entienda el concepto de psicópata cotidiano.

Puedes visitar mi canal de YouTube Betina Speroni.

Podcast psicología Betina Speroni.