“Aceptación es la capacidad de estar con lo que hay”. Mónica Cavallé.

El mensaje que intento transmitirles en este posti es que tanto en esta situación de confinamiento que estamos viviendo como en cualquier otra situación de vida, hay tantas maneras de afrontarla como personas hay. A cada uno nos compete descubrir cuál es nuestra mejor y única manera de vivir esta situación.

Decir que tal o cual manera de sobrellevar esta crisis es mejor que otra, es negar la singularidad, la historia y los recursos de cada persona y de cada sistema familiar y social.

De igual modo que a veces podemos sorprendernos por las decisiones de algunas personas, “¿Cómo puede ser que fulanito salga con alguien tan cerrado y poco sociable?” “¿No entiendo como María no deja a Pedro después de lo que le dijo?” Si María no deja a Pedro después de lo que este le dijo, no es porque sea ni más  ni menos lista que yo. María toma otras decisiones porque es una persona diferente a mí, porque tiene otra biografía, otras vivencias, otra manera de percibir y de interpretar los acontecimientos que la rodean, así como tiene su propia manera de narrar su historia. Es decir, María es una persona distinta a mí, y desde ese lugar decide hacer lo que hace.

Entender y recordar esto nos va ayudar a no juzgar la manera en la que los otros hacen lo que hacen. Y además nos va ayudar a no imponer nuestra mirada de los acontecimientos, como la más apropiada. En todo caso será la más apropiada para nosotros. Y eso no la convierte en la más apropiada de todas.

Como consecuencia del aislamiento que debemos seguir en estos días, la tecnología ha cobrado más protagonismo, dado que pasamos más tiempo en internet, en las redes sociales, viendo videos y gran parte del material que circula por estos canales propone diferentes alternativas para vivir el confinamiento, como puede ser la realización de ejercicio físico, la preparación de postres, el aprendizaje de idiomas, la lectura, y la lista es interminable. Muchas de estas propuestas se acompañan de personas o de familias que se muestran muy sonrientes y a gusto con lo que están viviendo.

Y si bien, este dato es cierto, también es parcial. Así como hay gente que tiene ganas de aprender cosas, hay gente que está atravesando la muerte de un ser querido, hay gente a la que le está resultando muy difícil encontrarse con sí misma, sin mencionar los problemas económicos.

Esto tiene que ver con que esta pandemia si bien nos atraviesa a todos, lo hace desde diferentes lugares. No podemos negar que algunos lugares son mas privilegiados que otros.
Po eso, te invito a que en estos momentos difíciles para todos, te felicites por lo bien que lo estás haciendo, teniendo en cuenta tu realidad, no la de otros. ¿Qué quiero decir?

Intento decirte que si has perdido a un ser querido, o tu situación económica se ve golpeada por esta crisis, o si estos días te han servido para darte cuenta de algunas realidades que son dolorosas, y no temes ganas ni de hacer ejercicio, ni de aprender nada nuevo, no sientas que lo estás haciendo mal.
Siguiendo a Mónica Cavallé, filósofa, comparto su mirada de la felicidad como ligada a la aceptación.

“..que el hombre acepte todas las cosas como si las hubiera deseado y las hubiera pedido”. Séneca.

“Aceptación es la capacidad de estar con lo que hay”. Mónica Cavallé.

¿Cómo nos cuesta aceptar lo que sucede y dejar de pelearnos con la realidad porque las cosas no son como desearíamos que sean, verdad?

Aceptar esta pandemia también implica aceptar las emociones que se disparan en cada uno de nosotros. Y como mencionábamos, las emociones que cada uno sienta tendrán que ver con la realidad de esa persona. Por lo tanto, escribir un manual de instrucciones sobre como afrontar esta pandemia, es desconocer la singularidad de cada persona.

En todo caso, cada uno tendrá que escribir sus propias instrucciones. Y por supuesto que las que sirvan para unos, no lo harán para otros. ¿Y qué problema hay? El problema surge cuando intento ajustarme a expectativas que no son mías.

En estos días de cuarentena levantarse con un propósito y planificar el día con distintas actividades, puede ajustarse a muchas personas y ser una exigencia abrumadora y frustrante para otras. Porque la realidad de unas y de otras es distinta, por lo menos en este momento. Mañana no sabemos.

Por consiguiente, si un día no te apetece hacer nada, permítete estar relajada sin sentir que lo estas haciendo mal. A día de hoy no hay nada escrito sobre como afrontar esta pandemia. Esto es algo que vamos escribiendo juntos día a día.

Ya sabemos que la vida es movimiento permanente. Citando a Jean Klein, “la vida nunca se repite”.

Nuestras emociones también cambian, y en situaciones como estas donde reina la incertidumbre y abundan las preguntas por sobre las respuestas, es importante que recordemos que nuestras emociones son el reflejo de lo que estamos viviendo y de como nos estamos sintiendo.

Algunos días se nos hará mas fácil afrontar esta situación, y otros días, por el contrario serán mas pesados. Y esto una vez mas nos recuerda nuestra condición de humanos.
Los primeros días y semanas de confinamiento sobrevolaba un espíritu de perplejidad y euforia. El móvil cargado de videos sobre Covid 19, con chistes, con noticias de todo tipo, y ahora que empezamos a transitar la quinta semana, predominan emociones como la fatiga, el cansancio, la falta de energía, el miedo a la salida del confinamiento se mezcla con las ganas de despedir el encierro.

Las emociones son el mejor camino hacia nuestro interior. Si las escuchamos y aprendemos a gestionarlas, dejamos de vivir a merced de ellas.

Qué mejor cierre para estas líneas que este hermoso extracto del texto, “El arte de ser” de Mónica Cavallé en el que cita a Nisargadatta.

“En el universo el sufrimiento se debe a la no aceptación. La esencia de la sabiduría es la total aceptación del momento presente, la armonía con las cosas en el modo en que suceden. El sabio no quiere que las cosas sean distintas a como son. Él sabe que considerando todos los factores las cosas son inevitables. Es amigo de lo inevitable y por lo tanto no sufre.
Puede que conozca el dolor pero este no lo alterará. Si puede hará lo necesario para restablecer el equilibrio perdido o dejara que las cosas sigan su curso”.

Hasta el próximo posti y recuérdate que lo estás haciendo muy bien.

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