Las puestas en escena para las películas. La vida real no es un rodaje
La vida es difícil y nos duele a todos. Y esto no quita que sea maravillosa y que nos regale momentos hermosos. Sin embargo, hay una profunda inclinación a negar el lado doloroso y oscuro de la vida. Como si fuera “pecado” estar triste porque nos dejaron de amar, o dejamos de amar, o porque nos sentimos perdidos y con el animo por los suelos.
Las nuevas tecnologías y las redes sociales son un avance increíble, y nos facilitan la vida en un montón de aspectos, pero al mismo tiempo nos bombardean con imágenes y mensajes que intentan reflejar una vida que de real tiene muy poco.
En este posti te invito a reflexionar sobre la importancia de entender que la vida que tenemos y que nos toca vivir es hermosa por el solo hecho de pertenecernos y de ser nuestra. Por tal razón, estaría bueno que la honremos amándola incondicionalmente. Sin compararla con ninguna otra. Y menos aun con recortes de otras existencias. Este es un requisito fundamental para sentirnos en paz y a gusto con nosotros mismos.
No obstante, anuncios publicitarios y mensajes e imágenes en las diferentes redes sociales intentan vender continuamente un ideal de felicidad que como tal no existe.
Una felicidad y bienestar ligados a cosas u objetos externos como tal, es una falacia. Adquirir alguna cosa con la que soñé durante mucho tiempo me puede llenar de alegría y hasta de orgullo si me esforcé en poder conseguirla. Pero la felicidad es otra cosa. y aunque en este ejemplo, podamos usar los conceptos de alegría o de felicidad indistintamente, es importante poder diferenciarlos para no caer en las artimañas de quienes nos quieren vender sueños de mentira.
Que no te vendan que el amor viene precocinado y que con dos minutos de microondas ya esta listo. Es mentira. El amor se construye entre dos. Y como toda construcción lleva tiempo y necesita mantenimiento. De lo contrario cae en ruinas.
Que no te vendan “la familia Ingalls” ni la retratada en ninguna revista como ideal a alcanzar.
Una esta guionada, la otra contiene una mirada parcial. La vida real, en cambio, esa que nos atraviesa a todos tiene un poco de drama, un poco de locura, mucho de incertidumbre, lo que tu le pongas de humor, el dolor es un ingrediente infaltable, y los momentos de felicidad la convierten en una experiencia sublime. Si trabajamos día a día para que todo esto repose en la serenidad y calma interior, a pesar del ruido externo, claro, ese que también es inevitable, estamos entendiendo de que va la vida.
Que no te vendan una felicidad que no tienen. La felicidad, sin entrar en definiciones, es algo que se vive, es esa sensación de estar a gusto con tu vida y con ser ser quien eres, a pesar del sufrimiento que a todos nos visita. Duda de la felicidad que necesita ser mostrada.
Que no te vendan que se puede tener un millón de mejores y cercanos amigos. Habrá personas que tendrán mas amigos que otras, pero independientemente de la cifra, a un amigo hay que dedicarle tiempo, regalarle presencia, escucharlo, interesarnos por lo que le pasa, compartirle nuestras experiencias de vida y de como nos sentimos. ¿Tu crees que se puede hacer esto con un millón de personas?
Que no te vendan que a mayor dinero mayor felicidad. Tampoco seamos hipócritas. El dinero hasta cierto punto es necesario para cubrir nuestras necesidades básicas, de alimentación, de vivienda, de estudios, de vestimenta. Si puedes disfrutar de unas relajadas vacaciones y de viajar, bienvenido. Alguien que no pueda darle de comer a sus hijos va a estar muy angustiado.
El tema es que teniendo estas necesidades cubiertas no te va a aportar mayor “felicidad” el poder irte de vacaciones cuatro veces al año en vez de una. Como siempre digo, la salida es para adentro. Si olvidamos esto, podemos caer en la trampa de pensar que nuestro bienestar interior puede alcanzarse a través de cosas externas y entonces nos metemos en un lio.
Que no te vendan que sin belleza y juventud estamos muertos. Lamentablemente en nuestros días la belleza y la juventud se enarbolan como valores supremos. En cuanto a lo que es “ser lindo o no”, estéticamente hablando, es un concepto muy subjetivo y altamente condicionado por los cánones de belleza que nos imponen.
Por otro lado, la juventud es una condición de una etapa de la vida, que a medida que vamos dejando atrás, se va perdiendo. Y en vez de aceptar este acontecimiento como algo natural, nos resistimos al mismo. La sabiduría esta en rendirnos a la naturaleza y dejarnos abrazar por la misma.
Sábete linda por ser como eres, no compres cualquier ideal de belleza. El ideal es inalcanzable y puedes dejar tu vida en ello.
Cuanto mas centrados estemos en nosotros mismos, cuanto menos necesitemos escapar de nuestras tormentas y del miedo a estar a solas con nuestros miedos y fantasmas, en mejores condiciones estaremos para no dejarnos embaucar por los vendedores de falsos sueños.
La idea es aprender a estar contentos por ser quien y como somos. Amándonos con nuestras luces y sombras. Al no desear ser alguien que no somos nos vacunamos contra las artimañas de aquellos que nos quieren vender sueños de mentira.
Hasta el próximo posti y recuerda felicitarte cada día por ser quien eres.
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