“Las personas pueden hacer lo que se les dé la gana. Pero no con uno”. Poner limites es importante
septiembre 20, 2019
0

Los ángeles en el cielo. Aquí abajo habitamos seres humanos

Los límites son siempre una muestra de amor. En el caso de la educación prevalece el amor al otro. ¿Cómo podemos educar a nuestros hijos si no les ponemos límites?
En las relaciones interpersonales, la puesta de límites, tiene que ver con el amor a uno mismo. ¿Cómo puede alguien amarse a sí mismo, si permite que lo pisen como a una alfombra?

En este posti reflexionamos sobre la importancia de poner límites como una sana manera de querernos a nosotros mismos.

Cuanto más entrenados estemos a la hora de poner límites, nos evitaremos, muchas veces, el llegar a situaciones de hartazgo y de tener que decir BASTA por sentiros extenuados y exhaustos. La mayoría de las veces, llegamos a este extremo por no haber sabido poner un freno antes. La idea no es culpabilizarnos, si no aprender a decir: “Esto conmigo no”.

A poner límites aprendemos desde muy temprana edad, viendo a nuestros padres, familiares, educadores y amigos hacerlo. ¿Qué pasa cuando no tuvimos buenos maestros en este tema?

A dibujar esa marca a partir de la cual el otro no puede avanzar, se aprende, se mejora. Siempre podemos perfeccionarnos.

¿Qué es un límite?

Poner un límite es marcar una línea a partir de la cual el otro no puede pasar. El límite se pone para que el otro lo acepte. Cuando acepto el límite que alguien me marca estoy siendo respetuoso con esa persona, lo estoy considerando y por ende, tratando amorosamente.

¿Cómo voy a marcar esa línea a partir de la cual no puedes avanzar, si no me conozco lo suficiente? ¿Cómo voy a decirte que ese “trato” conmigo no va, sin antes yo ser consciente de los comportamientos que no estoy dispuesto a tolerar? ¿Cómo voy a decirte que no, si albergo la creencia de que las “buenas personas” siempre ceden y toleran? ¿Cómo ponerte un límite, si me aterra que al hacerlo me dejes de querer?

Como podemos ver detrás de la dificultad en poner límites hay un sin número de creencias que se fueron adquiriendo y consolidando a lo largo de nuestras experiencias de vida.

¿Cuáles son las consecuencias de no poner límites?

En este punto es importante acentuar que tan importante como poner un límite es sostenerlo. De poco sirve que te diga que no estoy dispuesto a soportar ningún insulto ni agravio de tu parte, si al insistir tú con el mismo comportamiento yo “tiro la toalla”.

Al no sostener mi límite me desautorizo a mí mismo, y por otro lado, te doy “permiso” a ti para que sigas haciendo aquello que a mí me daña.

Si tú cruzas la marca sabiendo que al hacerlo estás haciendo algo que no me hace bien, tendré que evaluar si quiero seguir con la relación o no.

Como mencionamos, al aceptar el límite que el otro me pone, lo estoy teniendo en cuenta, le muestro que me importa y que estoy dispuesto a revisar algunos de mis comportamientos en pro de la relación que tenemos. Por el contrario, si ante mi limite no muestras ni el más mínimo atisbo de cambio, tendré que replantearme si esta relación está en condiciones de poder brindarme lo que estoy necesitando.

Al poner un límite estamos siendo honestos con nosotros mismos.

Hay que tener en cuenta que no siempre es fácil “salirse” de la relación cuando el otro no acepta mi límite.

¿Qué pasa cuando ese otro es un padre, una madre, un hermano, un hijo?

Es cierto que cuando es un familiar cercano quien salta nuestro limite, la situación es más compleja. Más compleja no significa imposible. Más compleja no quiere decir que yo esté obligado a aceptar que se me maltrate, humille o insulte porque compartimos un lazo de consanguineidad.
Por eso la necesidad de conocernos y querernos a nosotros mismos. En la medida en que me priorice y me valore estaré en mejores condiciones de encontrar la manera de situarme distinto en esa misma relación. No suena igual un límite puesto desde el amor propio que desde la auto desvalorización o desde la duda de si lo que estoy haciendo está bien o no.

Si tú dudas, el otro lo recibirá desde ese lugar. Cuanto mayor sea tu convencimiento, al momento de establecer tu límite. Cuanto más seguro tú sientas que lo que estás haciendo es lo que necesitas para mantener tu salud física y mental. Más fácil te será sostenerlo y encontrar otras posibilidades a lo que estás viviendo.

Al poner un límite te estas queriendo, valorando y priorizando. Recuerda que no eres una alfombra sobre la que los demás pueden pisar a su antojo. Tú decides hasta donde estás dispuesto a tolerar ciertos comportamientos. No se trata de convertirnos en intolerantes, si no en amarnos a nosotros mismos.

Para concluir este posti te comparto un hermoso pensamiento de Fritz Perls.

“Yo soy Yo. Tú eres Tú.
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres Tú. Yo soy Yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos
Será maravilloso
Si no, no puede remediarse.
Falto de amor a Mí mismo
Cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falto de amor a Ti
Cuando intento que seas como yo quiero
En vez de aceptarte como realmente eres.
Tú eres Tú y Yo soy Yo”.

Hasta el próximo posti y recuerda que al poner un límite te estas tratando amorosamente.

Puedes visitar mi canal de YouTube Betina Speroni.

Podcast Betina Speroni Psicología en:

Anchor.fm    Spotify   Google Podcasts     Pocket Casts
Radio Public      Copy RSS      Breaker.