Pérdida del embarazo. Cuando la vida nos deja al desnudo vistiendo nuestra propia vulnerabilidad
agosto 3, 2019
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No siempre nuestros planes coinciden con los de la vida

A veces el alma llora con nosotros.

Pocos momentos en la vida son tan inexplicablemente ciertos y abrumadoramente dolorosos como cuando un embarazo buscado y deseado, se detiene… así…porque la vida lo quiso, porque estaba en sus planes.
“Esto no puede ser verdad, esto no puede estar pasándome a mí, que alguien me despierte, por favor, y me diga que es una pesadilla”. No solo duele la perdida, si no el despertar y ver que no es una pesadilla, sino la vida misma.

En este posti te invito a reflexionar sobre las emociones que nos visitan cuando ese embarazo tan anhelado no llega a término. Si estas atravesando la perdida de tu bebe puedes encontrar más artículos en la categoría de este blog “Afrontando la pérdida de un embarazo”.

Que la vida es una caja de pandora, no es algo nuevo, pero para quien lleno de ilusiones por ese bebe en camino, tiene que afrontar y aceptar que a veces, la vida y la muerte transitan demasiado juntas, si, es algo nuevo.

¿Cómo seguir cuando la vida nos arrebata las ilusiones por ese embarazo que tanto habíamos agradecido? Ojala tuviera una respuesta. No sé si la hay. Tampoco sé cómo se sigue, podría contarte mi propia experiencia, o la de tantas otras mujeres, pero la idea de este posti no es darte una lista de los pasos que debes seguir para afrontar esta tristísima perdida, el mensaje que intento transmitir es que se puede aprender a vivir con el dolor de esta perdida, y que solo tú debes descubrir la manera de transitar este momento. Es decir, la mejor manera en la que tú puedes atravesar esta situación, a tu ritmo, atendiendo a cada una de tus emociones, abriéndote a las mismas, sin censurarlas ni juzgarlas.

Cada una de ellas está allí para decirte algo. Todas cumplen una función. Escucharlas, aceptarlas y manifestarlas, ayudara a que las mismas no aniden en tu cuerpo y puedan fluir una vez que te hayan dado el mensaje. En otras palabras, si sientes que el dolor te inunda y apenas te alcanzan las fuerzas para respirar, permítete sentirte así. Este es el momento. El dolor en estos momentos es proporcional al significado que tenía la llegada de ese bebe para ti.

Por el contrario, el bloqueo de las emociones puede patologizar la perdida. Es el caso de aquellas mujeres que no han podido ponerle palabras a la experiencia. Muchas veces, se intenta seguir “como si nada hubiera pasado”. La sociedad, gran negadora de la muerte y del proceso de duelo, nos empuja a este tipo de salida. Por eso hago mucho hincapié en la importancia de legitimar las emociones.

Si te sientes triste y desolada, está bien. Si te sientes enfadada con la vida, con Dios, con el universo o con el destino, es respetable. Si no tienes fuerzas para empezar cada día, es esperable. Tomate tu tiempo, todo el que necesites para empezar poquito a poquito a encontrarle nuevamente el gusto a la vida.

“Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la perdida y han encontrado su forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. La gente bella no surge de la nada”. Elizabeth Kubler Ross.

Si estás leyendo este posti y tu perdida es muy reciente, seguramente el dolor sea muy hondo todavía y decirte que con el tiempo el mismo ira disminuyendo, es casi irrespetuoso.

¿Cómo no estar con el alma rota, si hasta hace un tiempo estabas soñando con tu bebe y ahora tienes que aceptar que sus latidos se han detenido? ¿Cómo no tener ganas de que tu vida se vaya con él? ¿Cómo no va a ser duro levantarte cada mañana, cuando al levantarte cada mañana ya estabas soñando con una vida juntos? ¿Cómo esperar que otros entiendan por lo que estás pasando, cuando esta experiencia es tan personal, única, e intransferible, como el dolor que la acompaña?

Quienes hemos transitado por esta experiencia, podríamos decirte “sabemos lo que sientes”, y en realidad esto es un error. ¿Por qué? Porque no hay dos experiencias de vida que sean iguales. Porque el haber atravesado algo así, me puede ayudar, me puede acercar a entender lo que tú puedes estar sintiendo, pero de ahí “a saber” sobre tu propia vivencia personal hay una gran diferencia.

Es cierto que nos vamos a sentir más comprendidos y arropados por aquellas personas que hayan transitado por “la misma situación” pero es importante recordar que todo lo que vivamos a lo largo de este proceso es nuestro, único e intransferible. Y justamente por eso es de vital importancia que seas tú y solo tu quien marque el ritmo con el que vas a caminar a lo largo de tu proceso de duelo.

Al proceso de duelo se entra más tarde. Hay quienes no entran nunca. Al principio solo hay dolor, confusión, quizás enfado. ¿Duelo porque, duelo de que, si no puede ser cierto que mi bebe ya no tenga latidos, si a lo mejor me despierto de esta horrenda pesadilla y descubro que todo era fruto de un mal sueño?

Al principio solo hay aturdimiento, desesperanza, un profundo sentimiento de irrealidad y unas ganas voraces de que todo sea mentira. Es un estado de shock. No se puede pensar con claridad. No hay respuestas. En algunos casos, tal vez no las haya nunca. Y entonces aprender a vivir con esta falta de respuestas, quizás, forme parte del proceso de duelo. Y yo me animaría a decir de la vida, o acaso la vida siempre tiene respuestas para todo?

En ningún momento hice mención a lo avanzado del embarazo, porque no importa si estabas cursando la semana 40 o hacia muy poquito que te lo habían confirmado. Es innegable que cuanto más avanzado el embarazo, mayor fue el tiempo, las ilusiones, los sueños, el proyecto invertido en el mismo, pero eso no es lo único que legitima el dolor.

¿Qué quiero decir? Que independientemente de las semanas de embarazo que estabas cursando al momento de detenerse el mismo, el dolor va a depender de otras muchas variables, como la edad de la mujer, el tiempo que se llevaba buscándolo, lo que significaba ese bebe en la vida de esa mujer y de la pareja, la red social con la que se cuenta, las ilusiones que se tenían en torno al mismo, entre otras.

Considerar que el dolor es mayor cuanto más avanzado el embarazo, es una crueldad para todas aquellas mujeres que sintieron llorar su alma, al saber que su embarazo de 6 0 7 semanas se había detenido.

Era tu embarazo, es tu dolor, atraviesa el proceso a tu ritmo, no hagas caso de los tiempos impuestos “Aun estas mal, ya ha pasado mucho tiempo”. Céntrate en lo que sientes, conecta con tus emociones, sin asustarte de ninguna. El llanto de otros bebes suele doler, de a poco esto también pasara y disfrutaras de su presencia.


Abraza la envidia, también ella suele hacerse presente. No te sientas un monstruo de cuatro cabezas por envidiar a otras mujeres embarazadas. Ellas portan algo que tu deseas, no seas dura contigo, también esta fase te abandonara, y con el tiempo reirás junto a otras embarazadas.

“Las personas son como ventanas de cristal, ellos brillan y brillan mientras el sol está afuera, pero cuando la oscuridad se establece, su verdadera belleza se revela solo si hay una luz desde dentro”. Elizabeth Kubler Ross

Y es esa luz que está dentro tuyo la que iluminara el camino por el que decidas transitar está perdida. Y cuando digo decidas, quiero decir que hay dos maneras de transitar este dolor, una es tirarse en una cama a llorar eternamente por lo que la vida sin anestesia ni razón nos arrebató, y la otra, es empaparte del dolor y conectar con el mismo todo el tiempo que lo necesites, para poquito a poquito empezar a ver como la vida se ve menos oscura y mucho más iluminada.

Hasta el próximo posti y recuerda que tú eliges el camino.

Puedes visitar mi canal de YouTube Betina Speroni.

Podcast Betina Speroni Psicología en:

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